Lima y otras partes del país se pintan de morado en el mes de octubre. El Señor de los Milagros levanta una gran devoción en el país. Sin embargo, no todos conocen la historia detrás de esta imagen. Descubre aquí como nació la tradición.
Señor de los Milagros: la historia
La historia se remonta al siglo XVII, época cuando en el Virreinato del Perú se traían, desde África, esclavos como mano de obra. Entre las distintas castas existentes, estaban los originarios de Angola, país al suroeste del continente negro.
Ellos fueron trasladados hacia la zona de Pachacamilla en 1651, donde construyeron una improvisada cofradía. Allí iban los demás esclavos a orar. Dice la tradición que, en una de sus paredes, un negro conocido como Pedro Dalcón o “Benito”, plasmó la imagen de un Cristo crucificado.
En 1655, un terremoto azotó la capital, destrozando varias construcciones, incluyendo las paredes de la cofradía. Sin embargo, un mural quedó en pie: era el que tenía pintada la imágen del Señor de los Milagros, hecha por Benito. Quedó intacta y sin ningún daño.
Desde ese suceso, se le conocería a esa imagen como el Señor de los Temblores.
El 20 de octubre de 1687, otro terremoto aconteció, y la imagen nuevamente quedó intacta, pero su ermita quedó en pedazos. Por ello, se ordenó que se pintara una copia y que saliera en procesión por primera vez en Pachacamilla. Ya desde ese entonces se le conocía como el Señor de los Milagros.
La historia también resalta que el 28 de octubre de 1746, un tercer sismo azotó la ciudad. Los devotos tuvieron la iniciativa de sacar la imagen a la calle, con lo que la tierra dejó de temblar. Por ello, desde ese día, se acostumbra a sacar en procesión a la imagen del Señor de los Milagros.
Una tradición que llega a nuestros tiempos
En octubre del 2005, el Señor de los Milagros, también conocido como el Cristo de Pachacamilla, fue nombrado Patrón de los Peruanos Residentes e Inmigrantes, debido a que ellos le rendían culto en diversas partes del mundo. Esto a través del Vaticano y el Arzobispado de Lima. Actualmente, la imagen se encuentra ubicada en el Altar Mayor del Santuario de las Nazarenas de Lima.
La fe por esta imagen religiosa parece inquebrantable. Su procesión es una de las más numerosas del mundo. Miles de peruanos acompañan al Señor de los Milagros en octubre, siendo mes predilecto para pedirle plegarias y rendirle devoción.