Carlos Peñaranda y Sandro Ventura, socios fundadores de Big Bang Films, comentan a Gestión que el mercado del cine peruano aún no recupera los espectadores que tenía antes de pandemia. En ese contexto, cambiarán de estrategia para superar el remezón en las taquillas.
Si se pone en comparación a los espectadores en cine de estrenos prepandemia y pospandemia, el mercado actual cuenta con una taquilla de casi un tercio que antes de pandemia. Por ejemplo, ‘No me digas solterona 2’ llegó a la cima de la taquilla en 2022 con 290mil espectadores, mientras que su estreno en el 2019 fueron 800mil.
Misma suerte corren otros estrenos como ‘Asu Mare 4’, que proyecta 600mil espectadores en comparación con casi 1 millon y medio que podían obtener en estrenos pasados. «Es decir, las películas peruanas están atrayendo a un 30% del público que solía verlas«, sostuvo Ventura.
Ante este panorama, Big Bang Films ha planteado distintas estrategias para mantener la rentabilidad de las producciones peruanas, siguiendo las nuevas tendencias del cine y los nuevos mercados emergentes.
Big Bang Films busca nuevas estrategias comerciales
Uno de los proyectos en los que trabajan es en implementar el ‘cine sostenible‘ a sus producciones. Peñaranda declaró que buscan minimizar el impacto ambiental de sus cintas utilizando grupos electrógenos, reutilizando vestuario y teniendo menos locaciones.
Big Bang Films también está explorando el mundo del streaming, en donde las plataformas pagan un buen precio por un producto de calidad y exclusivo. Con ello, es un mercado de gran crecimiento para el cine peruano.
Ambos productores señalan que los costos de producción no han cambiado. Tampoco ha disminuido el interés de las marcas por auspiciar las nuevas producciones. Por ello, el foco principal es aumentar la taquilla.
Además continuarán con el género de comedia, ya que consideran que es un nicho que no se ha perdido en el Perú, y sigue gustando a los espectadores en general.
Sin embargo, hacen hincapié en las trabas del Estado con el cine. «Mientras conciertos y libros tienen exoneraciones, el costo de una entrada al cine sigue pagando casi el 30% en impuestos y se dificulta la recuperación del cine nacional», declaró Ventura.