Organizaciones pesqueras artesanales del norte del Perú advirtieron sobre una crisis en la pesca de pota o calamar gigante. Atribuyen esta situación a la presencia de barcos chinos en el litoral, los cuales son responsables del aumento drástico en el precio del alimento.
La Sociedad Nacional de Pesca Artesanal del Perú (Sonapescal) emitió un comunicado donde expresó su preocupación por la falta de acción del gobierno. “Tras el análisis de lo sucedido, concluimos que las autoridades del gobierno central no tienen problemas con irrespetar sus propias normativas”, afirmaron.
La medida de rechazar el ingreso de embarcaciones pesqueras chinas al mar peruano se tomó como respuesta a la inacción del gobierno. La presidenta de Sonapescal, Elsa Vega, mencionó que “llevan dos años pidiendo amablemente que las embarcaciones chinas solo cumplan con el requisito legal de usar el dispositivo de seguimiento satelital”.
Se estima que más de 300 barcos chinos ingresan ilegalmente a las aguas peruanas, causando un impacto negativo en el ecosistema local. Esta situación no solo afecta al medio ambiente, sino que también compromete la alimentación de la población.
La problemática de la pesca ilegal ha estado presente durante al menos 20 años y ha generado preocupación entre los pescadores artesanales. La falta de cumplimiento de las normas para prevenir esta depredación indiscriminada ha llevado a un estado crítico en la industria pesquera.
Casos de pesca ilegal en Perú
En noviembre de 2004, un caso emblemático relacionado con la presencia de barcos chinos en el mar peruano involucró a nueve embarcaciones. Estas naves, con un total de 192 tripulantes, fueron capturadas para pescar ilegalmente frente a Huarmey, a 280 kilómetros al norte de Lima.
Después de estar detenidas durante un par de semanas, las embarcaciones fueron liberadas y multadas con 600 mil dólares. A pesar de la sanción, se les permite abandonar la jurisdicción peruana y continuar sus actividades en alto mar.
Este tipo de incidentes se ha repetido a lo largo de los años, y Perú no ha implementado medidas adecuadas para enfrentarlos. Cuando se han propuesto soluciones, estas no han logrado una aplicación efectiva.
En 2016, Alfonso Miranda, presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), también advirtió sobre esta situación. Reveló que hasta 400 barcos asiáticos, provenientes de China, Taiwán, Tailandia e Indonesia, depredan la pota sin controles efectivos.
“Esta pesca no se declara y no se contabiliza, con lo cual no sabemos a ciencia cierta en qué estado se encuentra el recurso”, explicó Miranda. También agregó que “en conclusión, con la pota no se juega”, subrayando la gravedad del problema.
A pesar de que han pasado 20 años desde que comenzó esta problemática, aún no se ha implementado una solución efectiva. Cada año surgen nuevas denuncias por parte de organizaciones civiles y pescadores artesanales sobre los efectos de la pesca indiscriminada del calamar gigante.
La situación general es una clara impunidad ante este problema persistente. Edwin Houghton, vicepresidente de la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal del Perú (Sonapesca), denunció que un barco chino recibió una multa de solo S/250 por pescar ilegalmente en aguas peruanas.
¿Qué medidas está tomando el Gobierno?
El Gobierno Regional de Piura y más de una docena de gremios pesqueros artesanales anunciaron la paralización en los principales puertos comerciales de la costa peruana. Esta decisión se tomará si el ministro de la Producción, Sergio González Guerrero, no actúa de inmediato, tal como había prometido pero no ha cumplido hasta ahora.
Entre las soluciones propuestas para frenar la depredación se encuentra la instalación de un dispositivo satelital en las flotas pesqueras. En 2020, Perú exigió que las embarcaciones extranjeras que utilicen sus puertos deban contar con un sistema satelital adicional para rastrear sus rutas y movimientos.
Sin embargo, hasta la fecha, solo cinco barcos de calamar extranjeros han instalado este sistema, según una investigación realizada por la empresa consultora Artisonal. Los pescadores chinos argumentan que el costo de este dispositivo es elevado, pero Alfonso Miranda, presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante (Calamasur), considera que esto es “una burda mentira”.
Miranda afirma que “hasta las embarcaciones artesanales ponen dispositivos satelitales a bordo” y que ya no aceptan excusas. Mientras tanto, una investigación conjunta de La Contra y Calamasur reveló que una vez embarcaciones chinas habrían ingresado a los astilleros del SIMA, una empresa estatal dedicada al mantenimiento de barcos.
Esta cifra podría ser mayor, ya que solo se revisaron las rutas de los barcos que reportaron los pescadores locales. El medio periodístico verificó con el sistema satelital de Global Fishing Watch que estas embarcaciones efectivamente accedieron a los astilleros.
«Cambio de tripulación»
A pesar de que muchos barcos chinos aún no han instalado el sistema satelital requerido para ingresar a puertos peruanos, se les ha permitido el acceso. Esto se debe a una interpretación legal que justifique su entrada alegando “cambio de tripulación” o “arribo forzoso”, aunque la Marina admitió que algunos barcos estaban en mantenimiento.
El Gobierno no solo ha dejado de aplicar medidas efectivas durante 20 años, sino que también facilita el mantenimiento de estos barcos. Ante esta situación, los pescadores se niegan a permitir que la depredación del calamar gigante continúe con impunidad.
Los gremios pesqueros exigen concretas para proteger los recursos marinos y garantizar un futuro sostenible acciones para la pesca artesanal en Perú. La falta de cumplimiento por parte del Gobierno ha llevado a una crisis en el sector pesquero que requiere atención inmediata.
Sube el precio de la pota
La depredación de pota tiene un impacto significativo en varios aspectos, ya que no solo involucra la pesca ilegal de barcos chinos en aguas peruanas. Esta situación desplaza a los pescadores artesanales y pone en peligro la subsistencia del calamar gigante, lo que también agrava la crisis alimentaria.
Varias asociaciones de Piura se reunieron para abordar esta problemática, destacando la ausencia de pota en el mar peruano. También expresaron su preocupación por “el ingreso ilegal de más de 300 embarcaciones chinas a Perú”.
Elsa Vega declaró: “Nos vamos a oponer a cualquier ingreso de embarcaciones pesqueras chinas a Perú hasta que el ministro de la Producción aprenda a cumplir.” Esta afirmación subraya la necesidad de hacer cumplir las normativas que regulan la entrada de barcos pesqueros extranjeros.
El precio del kilo de pota ha aumentado significativamente, pasando de S/3 a S/4, y alcanzando incluso S/12 o S/18. Este aumento tiene a muchas familias peruanas con menos recursos no puedan comprar este calamar, que es muy consumido en la costa.
Edwin Houghton, vicepresidente de Sonapescal, afirmó que “la escasez se ha generado porque las autoridades peruanas permiten que las flotas chinas operen sin ser monitoreadas”. Esto incluye el acceso a muelles y astilleros peruanos por parte de estas embarcaciones.
La pota peruana solía ser uno de los productos más demandados en China, siendo este país el principal cliente del Perú en productos derivados del calamar. Sin embargo, las compras se redujeron en un 58% entre 2014 y 2015, lo que ha afectado gravemente al sector pesquero.