El Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (Idexcam) informó que, en julio de este año, el flete marítimo prometió US$ 5,901 por contenedor de 40 pies. Este valor representa un incremento del 315% en comparación con 2019.
Carlos Posada, director ejecutivo de Idexcam, advirtió que “las tarifas se han cuadriplicado en los últimos 5 años”. Esta situación genera inquietud en el sector comercial, complicando la logística y afectando a diversas industrias.
A pesar de que 2023 fue un año complicado, se notó cierta estabilización en los fletes marítimos, con promedios cercanos a US$ 4,000 por contenedor. Sin embargo, desde mayo, los precios experimentaron un aumento inesperado.
Posada explicó que varias causas impulsan esta escalada en los costos. Entre ellas se encuentran las disrupciones en rutas marítimas, como la crisis en el Mar Rojo, que ha obligado a desviar rutas comerciales importantes.
Las cancelaciones de recaladas y el aumento en la demanda por pedidos anticipados también han contribuido a este aumento sin precedentes. Además, una interrupción operativa global ha aún más complicada la situación.
El costo para transportar un contenedor ha alcanzado, en algunos casos, cifras cercanas a US$ 8,000. Esta tendencia resalta la presión sobre el comercio internacional y la necesidad de adaptarse a estos nuevos desafíos.
Impacto comercial
Carlos Posada destacó que las interrupciones en las rutas marítimas pueden afectar seriamente el comercio internacional. Estas situaciones incrementan los costos de envío, generan retrasos en las entregas y afectan la disponibilidad de productos.
Según el Idexcam, otros expertos coinciden en que los precios del flete marítimo podrían estabilizarse tras el Año Nuevo Chino, que termina a finales de enero de 2025. Sin embargo, la situación sigue siendo incierta y requiere vigilancia constante.
Posada también mencionó que “factores como la inestabilidad geopolítica y las posibles huelgas portuarias en Estados Unidos son preocupantes”. Estas huelgas podrían reactivarse el 15 de enero de 2025, lo que aumentaría aún más la presión sobre los costos logísticos.
Además, la implementación de impuestos al carbono representa otra variable que impactará los precios. Estas condiciones complejas obligan a las empresas a adaptarse rápidamente para enfrentar los desafíos del comercio internacional.
Nuevas fluctuaciones
La reconfiguración de las alianzas navieras puede modificar aún más el panorama actual. Esto generará nuevas fluctuaciones en los costos de transporte, afectando la competitividad y los márgenes de beneficio de las empresas exportadoras e importadoras.
Carlos Posada advirtió que “la inflación derivada de estos costos logísticos podría trasladarse a los consumidores finales”. Este incremento en los costos podría llevar a un aumento en los precios de productos esenciales.
En este contexto, el Idexcam enfatizó la necesidad de que las empresas diversifiquen sus rutas. También sugerirá optimizar sus inventarios y negociar contratos a largo plazo para asegurar tarifas más estables.
El 2025 se perfila como un año complicado para los transportistas, según el Idexcam. Las empresas deberán adaptarse a esta nueva realidad para mitigar el impacto de los altos costos y mantener su competitividad.
Este enfoque proactivo será fundamental para enfrentar los desafíos del mercado global. La capacidad de adaptación será clave para que las empresas naveguen en este entorno cambiante.