Este 21 de febrero se lanzó el videojuego Atomic Heart. Sin embargo, ha causado controversia en algunos países después de que algunos políticos y grupos de padres de familia hayan solicitado su prohibición. Descubre en InfoMercado la razón de sus demandas y que tiene que ver con Ucrania.
El videojuego, desarrollado por Mundfish, es un juego de acción en primera persona ambientado en una realidad alternativa de la Unión Soviética en los años 50. En este mundo, el jugador controla a un agente enviado a investigar una instalación científica en la que encuentra una fusión humano-robótica.
Una de las razones detrás de la demanda de prohibición es la violencia en el juego, que incluye el uso de armas de fuego y la violencia gráfica contra los enemigos. Algunos críticos también han expresado preocupación por la presencia de contenido sexual y lenguaje inapropiado en el juego.
Aunque los desarrolladores han argumentado que Atomic Heart es solo para adultos y que tiene una clasificación adecuada según las leyes locales de cada país, algunos políticos y grupos de padres de familia siguen presionando para que se prohíba el juego.
Ucrania vs Atomic Heart
Alex Bornyakov, viceministro de Transformación Digital de Ucrania hizo un pedido para que las tiendas físicas de videojuegos en el país dejen de vender Atomic Heart. La razón es que aseguran que Mundfish recopila data sensible para el gobierno ruso.
Sostienen que la información recopilada podría acabar en la Agencia Tributaria rusa y el Servicio Federal de Seguridad. La compañía, a pesar de tener sede en Chipre, tiene origen ruso. Además, evadió posicionamiento ante el conflico ruso-ucraniano.
El país ha bloqueado la venta física de Atomic Hearts a nivel nacional y ahora pide a las tiendas digitales de PlayStation, Xbox y PC que hagan lo mismo con la edición digital. Pero no se quedaron ahí. También pidieron la prohibición a nivel mundial.
Esto por las mismas razones, agregando que el dinero recaudado por el juego podría ir a parar a financiar la guerra contra Ucrania. Además de la posible transferencia de terceros al gobierno ruso.