La campaña navideña 2025 se perfila como una de las más dinámicas para el sector panificador peruano. De acuerdo con la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (ASPAN), las pequeñas y medianas panaderías del país proyectan colocar más de 12 millones de panetones artesanales antes de fin de año, cifra que supera las expectativas iniciales del gremio.
Este desempeño no solo refleja un aumento sostenido del consumo interno, sino también una consolidación del panetón artesanal como producto diferenciado frente a las versiones industriales.
Según el presidente de ASPAN, Pío Pantoja, el crecimiento de la demanda ha generado incluso escasez de fruta confitada, insumo base en la producción nacional.
Innovación y valor agregado en la oferta artesanal
Frente a la competencia de las grandes marcas, los empresarios panaderos han apostado por la innovación y la regionalización de insumos para mantener relevancia.
Este año destacan panetones elaborados con quinua, kiwicha, castañas, maíz morado, café, lúcuma y chocolate, además de versiones con frutos secos y hongos silvestres.
ASPAN identifica a Puno e Ica como regiones líderes en la diversificación productiva: la primera por el uso de quinua y la segunda por la incorporación de camote como base alternativa.
Estas iniciativas, señala el gremio, han permitido reducir la dependencia del abastecimiento costero y promover el desarrollo de cadenas locales en la sierra y selva.
Las panaderías mantienen, además, el peso tradicional de entre 900 y 1,000 gramos por unidad, en contraste con los formatos industriales reducidos que se observan en el mercado.
Horneado profesional y alza del consumo de proteínas
El dinamismo del consumo navideño no se limita al panetón. ASPAN estima que más de 4 millones de pavos serán horneados durante la temporada, un incremento cercano al 20% respecto a 2024.
Este servicio, que se ha convertido en una fuente relevante de ingresos para los panaderos, compite directamente con el horneado doméstico al ofrecer procesos más eficientes y uniformes.
La asociación destaca que las panaderías han ampliado su oferta para incluir lechones y carnes de alto peso, con precios que varían entre 4 y 9 soles por kilogramo, según la tecnología utilizada.
ASPAN recomienda optar por panaderías que cobren por kilo y no por pieza, garantizando mayor transparencia en los costos.
Entre los protocolos implementados destacan medidas de seguridad y trazabilidad, como el uso de placas numeradas para identificar cada ave y asegurar la devolución exacta al cliente.
Además, se entrega el jugo de horneado envasado para conservar la humedad de la carne y facilitar su recalentado en casa. Algunas panaderías incluyen servicios complementarios como guarniciones o menús integrales.
Contexto económico y perspectivas
La demanda estacional de panetones, junto con el auge del servicio de horneado, posiciona a las panaderías artesanales como un motor temporal de la microeconomía urbana y regional.
ASPAN estima que más de 80,000 puestos de trabajo temporales se generan en el país a partir de esta actividad, fortaleciendo el tejido empresarial local durante diciembre.
El gremio prevé cerrar el año con un incremento sostenido tanto en volumen como en valor de venta, favorecido por la preferencia del consumidor por productos tradicionales y por la incorporación de ingredientes de origen local que mejoran la competitividad frente al producto industrial.