El año 2008 marcó la llegada de las apuestas deportivas en línea a nuestro país, siendo Betsson Perú la pionera en este rubro.
Desde ese entonces, mucho ha cambiado en este mercado, caracterizado por su evolución constante a la par de las nuevas tecnologías: aplicaciones móviles, apuestas en eSports o depósitos por criptomonedas, son solo algunos de los hitos que hemos presenciado a lo largo de estos últimos años.
Pero lo que todavía no hemos visto evolucionar en este mercado es la legislación en nuestro país. Al día de hoy no contamos con reglas claras para la operación de este tipo de negocios digitales.
Esta situación permite que las casas de apuestas online operen en nuestro país cumpliendo con regulaciones en el extranjero. Por ejemplo, si bien Betsson tiene oficinas en Perú, su licencia de operación es del país europeo Malta.
Por esta razón, la oferta de casas de apuestas crece con bastante frecuencia. La facilidad para operar sin un ente regulatorio como sucede en Colombia y México, facilita sus operaciones.
La ausencia de leyes para las apuestas en línea resultan contradictorias, puesto que los casinos y los locales de apuestas sí se encuentran regulados, pagan impuestos y tienen restricciones de localización.
Precisamente este “mix” entre las apuestas en línea y los locales de retail es una de las estrategias que las marcas de apuestas utilizan para ganarse la confianza de sus clientes.
Por ejemplo, la casa de apuestas “Apuesta Total”, cuenta con más de 450 locales de apuestas en todo el país, pero todos ellos funcionan gracias a su plataforma de apuestas online.
Un caso similar, pero diferente al mismo tiempo, es Te Apuesto, que nació de forma retail y con el tiempo desarrolló una plataforma de apuestas deportivas que le permite llegar a otro tipo de público.
Otra de las estrategias para reforzar la credibilidad de los negocios de apuestas es el auspicio al deporte nacional. El caso más conocido es el de Betsson y su patrocinio a la primera división de fútbol, hoy conocida como la Liga 1 Betsson.
Solbet, Doradobet, entre otras marcas, también se encuentran presentes en el Fútbol, auspiciando a famosos equipos como Universitario de Deportes y Sporting Cristal.
Esta forma de generar confianza no solo impacta positivamente a las marcas involucradas, sino también a los equipos de fútbol nacionales. Al patrocinarlos, contribuyen con su economía que en casos como Universitario se encuentra en una situación poco favorable.
Según el diario Gestión, las apuestas deportivas mueven alrededor de 400 millones al año; una cifra considerable, tratándose de entretenimiento online donde las marcas no solo compiten ofreciendo diferentes funcionalidades, sino también en cuanto a beneficios para nuevos usuarios conocidos como “bonos de bienvenida”.
Estos beneficios de captación de usuarios tienen dos caras de la moneda: ofrecen premios a nuevos apostadores, como también abren más fácilmente las puertas del mundo de las apuestas a jóvenes mayores de edad.
Si consultamos las cifras del Instiuto Nacional de Salud Mental, encontramos que el 5% de la población limeña sufre de ludopatía y el crecimiento de esta enfermedad es de 33% cada año.
Precisamente una regulación de apuestas online con leyes más claras, podría abarcar este tema como sucede en otros mercados internacionales. Por ejemplo en España, todas las casas reguladas deben establecer límites de juego diario y comprometerse con organizaciones de ayuda nacionales.
En 2018, el Congreso dio un primer paso para regular las apuestas deportivas online en nuestro país. La entonces congresista Leyla Chihuán propuso actualizar la ley de apuestas deportivas abarcando la actividad online. Este proyecto todavía se encuentra en evaluación.
También, en 2021, el congresista Walter Ascona propuso un proyecto de ley para regular el pago de impuestos de estos negocios e invertirlos en asociaciones de ayuda con la ludopatía y promover actividades deportivas.
Los esfuerzos por tener un mercado con leyes más claras y justas no solo han venido por parte del Congreso de la República. Las casas de apuestas con presencia en nuestro país como Betsson, Te Apuesto, Inkabet y Apuesta Legal han creado una organización llamada APADELA, que busca un crecimiento justo y equilibrado del mercado.
Como podemos ver, el interés por leyes que beneficien tanto a la sociedad con el pago de impuestos de un mercado que tiene una proyección de crecimiento anual bastante alta en el sector entretenimiento, viene tanto de las marcas como del gobierno.
Si el mercado de las apuestas deportivas continúa con esta alta media de dinero en movimiento anualmente, tarde o temprano el Perú no tendrá otro camino que gestar una regulación justa que traiga un impacto positivo tanto a los apostadores, el deporte nacional y las casas de apuestas confiables que ya operan en nuestro país.