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Alertan que el reglamento de la Ley de Inteligencia Artificial debió enfatizar más en los conceptos de inclusión y diversidad

Giannina Honorio, fundadora de Incluedu y Yapaykuy, señaló la IA no debería crear nuevas brechas sociales.

Por Jared Panta
3 minutos
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Giannina Honorio, fundadora de las plataformas de impacto social Incluedu y Yapaykuy, viene utilizando la inteligencia artificial para derribar las barreras de comunicación y accesibilidad.

Sin embargo, en entrevista a Infomercado, Honorio destacó que para que esta tecnología cumpla su promesa de desarrollo, la diversidad y la inclusión deben ser un requisito fundamental en su diseño y legislación.

Mientras Incluedu utiliza la IA para enseñar el lenguaje de señas de forma accesible, y Yapaykuy certifica a organizaciones en inclusión efectiva, la emprendedora subraya que los esfuerzos del país en materia de IA están quedando cortos en cuanto a la equidad.

«En el reglamento de IA de nuestro país no se ha incluido con tanta intensidad los conceptos de diversidad e inclusión. Lo ideal hubiera sido que, para que la IA sea considerada como tal, debería ser inclusiva,» afirmó Honorio, quien participó como panelista en Tech for Good: Innovación Sostenible en Acción, organizado por Cámara Verde Perú, en el Perú Tech Week.

Para ella, aunque este enfoque requiere un «esfuerzo extra,» es esencial para evitar que una tecnología tan disruptiva cree nuevas brechas sociales.

Giannina Honorio participó en el como panelista en Tech for Good, realizado en ESAN.

Emprendimiento con propósito

El éxito de Honorio en el campo de la tecnología social se debe al uso de una metodología de diseño inclusivo, teniendo en cuenta que para desarrollar soluciones efectivas se debe invertir tiempo en un proceso riguroso que evite «sesgos» y asegure la dignidad del usuario.

«Gran parte de nuestro staff son personas con discapacidad. Ya no trabajamos para crear nuevas tecnologías con nuestro propio staff, sino que traemos personas que pertenecen a la comunidad, y participan, pero desde cero, para evitar cualquier sesgo. De esta manera sabemos qué necesitan realmente,» explica.

Este enfoque de co-creación garantiza que las herramientas o apps que lanzan sean prácticas y eficientes, tal y como una aplicación reciente para call centers que usa comandos de voz y cámaras con visión artificial para ayudar a los trabajadores con discapacidad visual a familiarizarse con nuevos espacios en su centro de labores, y así reducir la deserción laboral.

La accesibilidad en deuda: digitalización pendiente

La fundadora de Incluedu enfatiza que la lucha por la accesibilidad en el Perú no puede limitarse a invertir solo en infraestructura física, como rampas o pisos podotáctiles, sino que debe avanzar de forma decidida en la digitalización de los servicios.

«La presencia digital del Estado es muy importante. Las plataformas web, tanto públicas como privadas (sector financiero, educativo y salud), deben ser accesibles no solo para las personas con discapacidad, sino también para los hablantes de lenguas originarias y adultos mayores”, indica.

Finalmente, Giannina apunta tres acciones que pueden ayudar a cerrar brechas desde la digitalización:

  • Implementar comandos de voz: que permitan que las personas se informen sobre productos y servicios, en línea con los criterios de accesibilidad.
  • Digitalizar trámites mediante el uso de chatbots o la facilitación de la firma digital para personas con movilidad reducida, evitando traslados innecesarios a sedes físicas.
  • Actualización constante, asegurando que las páginas web accesibles no sean meros landing pages sin servicios digitalizados o desactualizados, de manera que los usuarios no se vean obligados a realizar trámites de forma presencial.