El alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, se sometió a una prueba del polígrafo para responder preguntas sobre corrupción cuando fue alcalde distrital de Moche, en la región La Libertad.
Este fue uno de los primeros actos públicos de Fernández, quien juró al cargo el último domingo y pidió a los trabajadores y funcionarios de la municipalidad provincial hacer lo mismo si es que quieren seguir laborando en la entidad.
Dentro del pliego de preguntas, el alcalde fue consultado si cometió actos de corrupción como alcalde de Moche. Durante su gestión en ese distrito se hizo conocido por construir huacos de la fertilidad, firmar cartas con su sangre y dirigirlas al entonces presidente Martín Vizcarra, tomar ivermectina durante la pandemia y criticar al expresidente Pedro Castillo.
Los resultados de la prueba del polígrafo se conocerán en 48 horas. Según dijo el ahora burgomaestre de Trujillo, esta es una muestra de que su gestión en la municipalidad provincial no se verá empañada por coimas, sobornos o acuerdos fuera de la ley.