Perú será el país más favorecido en lo económico debido a la migración venezolana al año 2030. Así lo revela un nuevo estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) titulado Regional Spillovers from the Venezuelan Crisis («Efectos colaterales regionales de la crisis venezolana»).
Según este estudio, Latinoamérica ha llegado al tope del costo de atención a los migrantes venezolanos. Se prevé, de hecho, que este impacto se vaya reduciendo con el tiempo en la medida que esos migrantes se vayan integrando a la economía local de cada país que los acogió.
Esa integración no solo permite compensar los gastos ocasionados, sino que se estima que puede llegar a generar un crecimiento del PBI para el año 2030. En el caso particular de Perú, este será el país en el que la migración venezolana tendrá un mayor impacto en el PBI para 2030, con un 4,4%.
Le siguen Colombia (3,7%), Ecuador (3,5%), Chile (2,6%), Panamá (1,9%), República Dominicana (1,1%), Costa Rica (0,6%) y Uruguay (0,6%). Naturalmente, el impacto en el PBI será mayor en los países con mayores flujos migratorios en edad de trabajar y donde los migrantes están mejor calificados.
Por ejemplo, dada su proximidad a Venezuela, Colombia ha recibido una mayor proporción de migrantes venezolanos, pero la mayoría no está en edad de trabajar (niños o adultos mayores) o tienen un bajo nivel de instrucción y no pueden costear el transporte a países más lejanos.
Según Jaime Guajardo, autor principal del estudio del FMI, esto explica por qué el impacto en el PBI de Colombia es menor que el impacto en el PBI de Perú, pese a que Colombia ha recibido mayores flujos migratorios relativos a su población.
Migración venezolana: ¿Cuál es el aporte al PBI hoy?
El economista Jaime Guardado señala que hoy es difícil evaluar la contribución de la migración venezolana al PBI, ya que los efectos toman tiempo y existen limitaciones en la disponibilidad de datos recientes sobre el nivel de empleo o el tipo de empleo de los migrantes, en parte debido a la pandemia.
Sin embargo, según el estudio del FMI, se estima que el PBI de Colombia, Chile, Ecuador y Perú (países que han recibido el 69% de los migrantes venezolanos) habría aumentado entre 1,5% y 2,5% relativo a un escenario sin migración entre 2016 y 2022.
El estudio del FMI tomó en cuenta numerosos factores en sus cálculos: el impacto de los flujos migratorios en el empleo y la productividad, la proporción de migrantes en edad laboral y su nivel educativo, las condiciones del mercado laboral, el tiempo que tardan los migrantes en conseguir empleo allí, de qué tipo y en cuál sector de la economía.
Cabe destacar que estas proyecciones hasta el 2030 parten de la premisa de que la migración venezolana seguirá creciendo hasta alcanzar 8,4 millones de personas en 2025, equivalente a más del 25% de la población que tenía Venezuela en 2015.
Esto exigirá que los estados receptores mantengan políticas de acogida y mantengan el apoyo a los recién llegados con ayuda humanitaria y acceso a educación, salud y servicios básicos.