Nissan pidió a los propietarios de casi 84,000 vehículos antiguos a dejar de conducirlos debido a que están equipados con infladores de bolsas de aire retirados del mercado, los cuales presentan un alto riesgo de explotar en un accidente.
Es importante resaltar que a causa de ello han perdido la vida decenas de personas y ha resultado herido otro ciento, durante casi una década.
Datos clave
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) señaló que la advertencia de «No Conducir» cubre los modelos Nissan Sentra fabricados entre 2002 y 2006, los Pathfinder de 2002 a 2004 y los Infiniti QX4 de 2002 y 2003.
Estos vehículos cuentan con infladores de bolsas de aire fabricados por Takata, que explotaron y mataron al menos a 27 personas en EE. UU. e hirieron al menos a otras 400, según la NHTSA. Es preciso indicar que la exposición al calor y la humedad puede causar que las bolsas de aire exploten al desplegarse en un accidente, lo que provoca que fragmentos de metal se disparen dentro del automóvil.
Por otro lado, Nissan indicó que los propietarios pueden verificar si su vehículo tiene la pieza defectuosa a través del sitio web del fabricante y contactar a un concesionario para reemplazar los infladores sin costo alguno.
Cifra alarmante
Desde 2019, en EE.UU, la NHTSA ha retirado 67 millones de infladores de bolsas de aire de Takata. Asimismo, se logró retirar 33 millones a nivel mundial.
Nissan plantea advertencia
Nissan se une a otros fabricantes de automóviles, como Ford, Dodge, BMW y Chrysler, en la advertencia a los conductores sobre los infladores de bolsas de aire defectuosos de Takata. Anteriormente, en 2020, el fabricante retiró del mercado más de 736,000 automóviles con estos infladores, aunque miles de propietarios aún no han reemplazado la pieza defectuosa.
Por otro lado, en el 2015, el Departamento de Transporte multó a Takata con 200 millones de dólares por los infladores defectuosos. Los reguladores pidieron que se conserven todos los infladores retirados como parte de una investigación federal, permitiendo a la NHTSA realizar pruebas adicionales. Tras años de escrutinio, Takata se declaró en quiebra en 2017.