Cecilia Oyanguren es una peruana que transformó su historia de migración y su experiencia en cruceros en un refugio turístico sostenible en la costa norte del Perú. Lo que empezó como un terreno sin servicios en Vichayito se convirtió, con en Marcilia Beach Bungalows, un hospedaje que conecta a sus visitantes con la naturaleza.
Cecilia Oyanguren Maldonado
A pesar que nació en Lima, Cecilia Oyanguren siempre sintió una conexión especial con el norte del país por su madre proveniente de Sullana. Por ello, guardaba con cariño los recuerdos de su niñez en playas como Cabo Blanco, Los Órganos y Zorritos.
Debido a los recurrentes viajes al norte del país, Cecilia soñaba con recorrer el mundo. Ese deseo la llevó a dejar Lima en los años 90, en plena crisis del terrorismo, para establecerse en Italia. Allí trabajó y aprovechó la oportunidad para graduarse en Administración Hotelera, costeando sus estudios por su cuenta.
Cuando su visa venció, regresó a Perú cuando el país empezaba a recuperarse. Debido al contexto, intentó establecerse en Cusco y Arequipa, pero fue en Piura donde encontró su primera gran oportunidad, ya que consiguió trabajo en el Hotel Los Portales, frente a la Plaza de Armas. Aunque el sueldo apenas cubría lo básico, no se rindió.
En 1997, el Fenómeno El Niño trajo lluvias intensas que afectaron al hotel y provocaron una fuerte caída en las reservas. En medio de esa crisis, una amiga le habló sobre trabajar en cruceros. Gracias a su experiencia en hotelería y al dominio del italiano, logró postular con éxito a la empresa. Así comenzó una nueva etapa en su vida.

Antes de Marcilia Beach Bungalows
Mientras trabajaba en cruceros y recorría el mundo, ella comenzó a soñar con tener algo propio en el norte del Perú. En 2001, tras su segundo contrato, usó sus ahorros para viajar con su madre y su tía a Máncora, con la ilusión de abrir una cafetería para tablistas. En ese entonces, Máncora era un lugar tranquilo, con poco turismo.
Sin embargo, al llegar se encontraron con que los terrenos cercanos a la Panamericana ya estaban ocupados. Justo cuando pensaban que tendrían que esperar, lograron adquirir un terreno en Vichayito. Aunque no había luz, agua ni transporte, su tía la animó a no dejar pasar la oportunidad, convencida de que la zona crecería. También le aconsejó seguir trabajando en cruceros para seguir invirtiendo.
Ella siguió ambos consejos. Compraron palmeras, cercaron el terreno y contrataron a un guardián. Cada vez que tenía vacaciones, regresaba con su madre para avanzar paso a paso.
Inicios Marcilia Beach Bungalows
Entre 2001 y 2007, ella trabajó a bordo de cruceros recorriendo el mundo. Fue en esa etapa que conoció a Marcial Sierra, su futuro esposo, también parte de la misma naviera. Con 14 años de experiencia él y 8 ella, sabían que su relación iba en serio. Cuando él tenía 42 años y ella 33, decidieron dejar el mar para construir algo propio.
Durante unas vacaciones, ella le mostró un terreno en Vichayito, en la costa norte del Perú. A Marcial le encantó. Tomaron la decisión de dejar la vida en alta mar y empezar de cero. Tras ahorrar con dos contratos más, levantaron los primeros bungalows con ese capital.
En ese entonces, Vichayito aún era un destino poco conocido. Pero su experiencia en el rubro turístico les permitió atraer visitantes, sobre todo extranjeros, que valoraban la atención personalizada. Lo que antes hacían para una compañía, ahora lo hacían por cuenta propia.
En 2017, el Fenómeno El Niño Costero puso a prueba su esfuerzo, pero no se detuvieron. Poco después, dos jóvenes limeñas llegaron, grabaron un video para YouTube y lo subieron a su canal, se trataba de «Misias pero Viajeras». Desde entonces, las reservas se dispararon a más de 150 por día.
Ese video les abrió las puertas al turismo nacional, especialmente al limeño. A medida que comenzaron a crecer, sus bungalows, construidos con materiales locales, se mantenían rústicos y sin comodidades como piscina o televisión. Por eso, decidieron ajustar su mensaje y apostaron por una propuesta diferente, la cual era invitar a los visitantes a desconectarse y volver a lo esencial.
Con el tiempo, lograron construir siete bungalows y mantener un flujo constante de turistas nacionales y extranjeros.

Proyecciones
Con un enfoque renovado, la empresa comenzó a dirigir su estrategia a ciudades como Piura, Trujillo, Chiclayo y otros lugares cercanas, donde la calidez de la gente y el interés por el turismo sostenible abren nuevas oportunidades.
Su objetivo es transformar el espacio actual en un refugio de bienestar y contacto con la naturaleza. A corto plazo, planean construir una piscina ecológica integrada al paisaje e instalar paneles solares para reducir su impacto ambiental.
También están desarrollando un concepto que une salud y conexión con el entorno. Este incluye una cafetería con productos saludables y, preferentemente, orgánicos, pensada para un público consciente. Además, proyectan una terraza destinada a actividades como yoga, cada vez más solicitadas por los visitantes que buscan experiencias que beneficien cuerpo y mente.
Síguelos en:
- Facebook: Marcilia Beach Bungalows
Únete a la tribu de emprendedores
Sé parte de nuestra comunidad donde tendrás contenido exclusivo para potenciar tu negocio. Este es un espacio único donde los emprendedores como tú pueden encontrar el impulso, la inspiración y los recursos necesarios. Así, podrán hacer realidad sus sueños empresariales.
Más información aquí: https://infomercado.pe/tribuemprendedores/