En agosto, el déficit fiscal en Perú se mantuvo en 4% por cuarto mes consecutivo. Este déficit es la diferencia entre lo que el gobierno gasta y lo que recibe. Analistas revelaron que, con esta tendencia será difícil cumplir con la meta establecida para el déficit fiscal de este año, que es del 2.8% del Producto Bruto Interno (PBI).
Déficit fiscal: José Arista se pronuncia
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), José Arista, comentó que su ministerio necesita herramientas que no solo se centren en cómo recaudar dinero, sino también en cómo manejar mejor los gastos del Estado.
Además, Arista explicó que actualmente el MEF solo tiene la recaudación de impuestos como principal recurso para cubrir los gastos. Sin embargo, mencionó que las exoneraciones tributarias, como las reducciones o eliminaciones de impuestos, complican esta labor. Cuando el gobierno decide, por ejemplo, reducir un impuesto, el MEF debe encontrar cómo cubrir esa pérdida de ingresos.
Por este motivo, Arista propuso ante la Comisión de Presupuesto del Congreso la posibilidad de hacer «recortes prioritarios» en caso de que no se alcancen los ingresos necesarios.
Esto significa que, si el dinero no es suficiente, primero se reducirían gastos en áreas menos esenciales, como consultorías. Luego, si es necesario, se seguirían recortando otros tipos de gastos, de acuerdo a una lista de prioridades. Esta medida, según Arista, ayudaría a manejar mejor las finanzas públicas y sería una solución a discutir en conjunto con el Parlamento.
Es importante recordar que el gobierno ya había intentado controlar los gastos mediante un decreto de urgencia que limitaba los «gastos excesivos», como viajes y publicidad.
Sin embargo, los analistas señalaron que esta medida no logró el impacto deseado. Ahora, la idea de Arista es crear una ley que establezca un orden claro de recortes para controlar el déficit fiscal.
Exoneraciones tributarias
Otro tema importante es el costo que tienen las exoneraciones tributarias para el país. El ministro Arista mencionó que la reducción del Impuesto General a las Ventas (IGV) a los restaurantes, de 18% a 9%, no benefició realmente a los consumidores, ya que los precios en los menús no disminuyeron.
Por ello, Arista aseguró que esta medida le costó a Perú aproximadamente S/800 millones al año en ingresos fiscales.