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¿Cuántos venezolanos se han instalado en el norte del Perú?

La mayoría trata de forjarse un futuro mejor en Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Áncash. Realizan una serie de labores para genar dinero y poder subsistir; no obstante, hay un número menor que está incurriendo en delitos.
Por César Flores Córdova Publicado: Últ. actualización: 29 mayo, 2020 00:22
5 minutos

Empujados por la crisis que cada día se agudiza en Venezuela, miles de ciudadanos optaron por tomar la radical decisión de abandonar su tierra y así empezar una nueva vida en otro país.

Es por ello que desde hace varios meses haces atrás el ingreso de venezolanos al Perú se ha intensificado, a tal punto que está obligando a las autoridades a implementar una política migratoria que permita mantener un control y un orden en este escenario nunca antes visto en nuestro país.

Los venezolanos se han instalado en varios puntos del país, pero es en el norte donde se ha notado mayor presencia, tal vez, por el fácil acceso que han tenido por la frontera con el Ecuador.

Sin embargo, muchos de ellos no la están pasando nada bien, pues las alternativas laborales son escasas y se les complica su permanencia.

En la frontera norte

En la región de Tumbes, los venezolanos muchas veces han tenido que dormir en las calles. Asimismo, en las agencias de transporte público. Esta situación se da en vista de que no cuentan con el suficiente recursos económicos para poder pagar un lugar donde pernoctar.

En Tumbes se calcula que habitan al menos 1,200 ciudadanos venezolamos. Aquellos que han podido alquilar un lugar en donde vivir, lo hacen en pequeños cuartos en el barrio San José, los centros poblados Pampa Grande y Andrés Araujo, el mismo centro de Tumbes. En menor cantidad están en Puerto Pizarro, Zorritos, Aguas Verdes y Zarumilla.

Muchos de los llaneros que han llegado a Tumbes se dedican al comercio ambulatorio y ofertan de tortas, empanadas, hamburguesas, arepas, golosinas y prendas de vestir. Mientras que otros trabajan en restaurantes, fábricas, mercados y en los gimnasios.

En Tumbes dos venezolanos se encuentran recluidos en el establecimiento penitenciario de Puerto Pizarro.

En Piura, ya se ha hecho común caminar por las calles y tropezarse con personas que comercian arepas, tizana, dulces y chocolates, o al subir a un ómnibus encontrar a jóvenes que solicitan que les compren un dulce.

Son los ciudadanos venezolanos que llegaron a Piura en busca de trabajo. Es en la plaza Bolognesi, cercana a los terminales terrestres, donde se ubica la mayor cantidad de venezolanos.

Muy cerca a sus hospedajes en alquiler (asentamiento 18 de Mayo), con baldes de tizana, Mercy Padilla (29) y su hermana Mary (26) esperan, terminada la tarde, ganar algo con que sobrevivir.

Ellas viven en un cuarto con 3 personas más y, según nos dicen, no tienen cama, solo han podido comprar un colchón, donde duermen.

Otros, en cambio, tocan instrumentos como violín, trompeta y guitarra. Ellos están en las principales plazas y avenidas. Ahí encontramos a Darwis Rodríguez, natural de Mérida-Venezuela, quien tocando el violín espera la caridad de la gente.

Nororiente venezolano

El jefe del Departamento de Seguridad del Estado de la región Lambayeque, mayor Luis Villareal Santamaría, informa que al menos 1,700 ciudadanos venezolanos han llegado a Lambayeque.

Entre las actividades que desarrollan estos ciudadanos extranjeros está: el comercio ambulatorio tanto en las calles de Chiclayo, así como en los mercados de José Leonardo Ortiz y otros distritos; además, algunos estarían laborando en obras de construcción civil.

El oficial comenta que debido a que no habido un control permanente y no se han hecho las verificaciones respectivas de si tienen antecedentes penales o policiales, hay muchos venezolanos que se han dedicado a delinquir, siendo ya algunos de ellos identificados tras cometer un asalto.

“Algunos detenidos fueron enviados al penal de Chiclayo, como es el caso de los venezolanos Óscar Alexis Romero Rivas (33), Nimber Arteaga Pérez (24) y Dayner José Yovera Giménez (20), quienes fueron enviados a 9 meses de prisión preventiva, luego de que asaltaran a un transeúnte y le arrebataran un moderno celular, tras amenazarlo con un cuchillo”, indicó.

En tanto, el gerente de Seguridad Ciudadana de Chiclayo, Amilcar Ramírez, señaló que algunos de estos grupos de personas operan bajo la fachada del comercio ambulatorio para cometer robos y extorsiones dentro del centro de abastos.

En esta parte del país se se estima que hay más de 6,000 ciudadanos bolivarianos, la mayoría de ellos permanece en Trujillo y otros viajan a otras ciudades.

Respecto a las oportunidades de trabajo, son los venezolanos los que ocupan gran parte del mercado laboral en cuanto a migrantes se refiere.

La Gerencia Regional de Trabajo, a través de su gerente Jackeline Bustamante Fernández, ha informado que en el 2017, 200 personas de nacionalidad venezolana se acercaron a esta institución para solicitar información a fin de poder laborar en nuestro país.

La principal actividad a la que se dedican los venezolanos en Trujillo es el comercio ambulatorio. Otros trabajan en restaurantes. Hay un menor número que realiza el servicio de taxi.

Así como han llegado personas de bien desde Venezuela, está también la otra cara de la modera. La Policía informa que en lo que va del año se han registrado 82 casos en los que extranjeros han tenido participación en actos delictivos. La mayoría eran venozolanos, seguidos de colombianos.

Oficialmente se desconoce cuántos venezolanos han ingresado a Chimbote, en Áncash, sin embargo, los datos que maneja la oficina de la Superintendencia Nacional de Migraciones en esta ciudad, da cuenta que 1,500 han tramitado su Permiso Temporal de Permanencia (PTP), es decir han formalizado su permanencia.

No obstante, el inspector de Migraciones en Chimbote, Paulo Ostolaza Mendoza, subraya que la cantidad, definitivamente, es mucho mayor.

Y es que basta caminar durante una noche por el centro de la ciudad para advertir la gran cantidad de venezolanos trabajando de manera ambulante. Estos extranjeros no siempre están incluidos en las cifras oficiales.

Tal es la presencia de ciudadanos de venezolanos en Chimbote que incluso a nivel del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana (Coprosec) del Santa se ha conformado una mesa de trabajo para adoptar medidas que permitan, en principio, tener un registro de cuántos venezolanos están en el puerto y también acceder a sus antecedentes y saber si portan alguna enfermedad.

“Vamos a trabajar en operativos conjuntos con las redes de salud, Sunafil, Policía y Migraciones para determinar el estado de salud y laboral en que se encuentran los hermanos venezolanos para darle una condición de vida mejor”, indicó el gerente de Gestión Ambiental y Salud Pública de Chimbote, Juan Villarreal Olaya.

Vía Correo