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Ángela Pulache: «La violencia afecta el empoderamiento de la mujer en la economía»

La Red de Mujeres Líderes de Piura es una organización que agrupa a 600 mujeres piuranas que trabaja, desde hace tres años, por el empoderamiento de la mujer en sus diversos roles.
Por César Flores Córdova Publicado: Últ. actualización: 29 mayo, 2020 08:37
6 minutos

Infomercado conversó con Ángela Olibia Pulache, presidenta de la Red, para recoger sus impresiones sobre el actual rol y valor de la mujer en la economía nacional y sobre las diferencias laborales entre hombres y mujeres.

¿Cuál es el aporte de la mujer en la economía nacional?

En los años 70, de cada 10 mujeres, tres trabajaban; en los 80, cinco de cada 10; ahora el 58% de las mujeres trabajan; además de su rol que tienen de carga familiar (52%), todas estas cifras son muy importantes porque han ido de la mano con el desarrollo del nivel educativo y de acceso a la educación. Otros hitos importantes son que el 43% de los trabajadores en Perú son mujeres, que en los últimos años hemos intentado equiparar los sueldos entre varones y mujeres; que existe la Ley 30709 que prohíbe la discriminación remunerativa entre hombres y mujeres, y que también ayuda al trato igualitario en las empresas. Todos estos son avances legales, aunque aún existen brechas y temas culturales.

Avances que todavía se manchan con violencia…

Es una preocupación de nuestra red porque los círculos de violencia son uno de los factores que afectan al poco empoderamiento de la mujer en el tema económico y educativo. Es importante indicar que el nivel económico, a través de los emprendimientos, permite el desarrollo de capacidades y mejora la autoestima, se rompen círculos de violencia y pobreza y se genera un movimiento positivo en el desarrollo económico de una familia, de una comunidad y de una región.

¿La brecha educativa es el principal obstáculo para una mejora en la brecha salarial entre hombres y mujeres?

Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo dice que la gran mayoría de MBA los hacen varones (70%). En nuestro país, solo un 6% de mujeres ocupan cargos gerenciales porque todavía no hay una apertura dirigida hacia las mujeres. El 69% de las mujeres trabajan en pequeñas empresas, pero conforme las mypes crecen, cada vez menos mujeres trabajan en ellas, y las gerencias dejan de estar en manos de mujeres cuando la empresa crece.

¿Y eso por qué pasa?

Hay una investigación que explica que las mujeres, en su desarrollo cognitivo somos más emocionales y los hombres toman decisiones más rápido. Pero en los procesos de negociación, las mujeres somos más persuasivas, llegamos a tener una red de contactos mucho más amplia pero nos cuesta cerrar una relación comercial. Eso no significa que estemos en desventaja sino que tenemos estilos diferentes al momento de desarrollar una empresa. Esta investigación de Di Antonio (2013) señala que la colaboración y la empatía que tienen las mujeres van a hacer que se puedan desarrollar las empresas del futuro.

Muchas publicaciones muestran que la ‘mujer empoderada’ es solo la mujer ejecutiva de saco, tacones y maleta pequeña. ¿Cómo podríamos ayudar a representar a la mujer empresaria nacional?

Es muy importante trabajar enfoques interculturales, tenemos que romper estereotipos muy marcados. Hay empresarias con sacos y tacones, que yo comparto. Pero también hay muchas mujeres que trabajan distinto, una tendencia de emprendedoras que no solo se ven como ejecutivas. Los medios de comunicación deberían mostrar, cada vez más, rostros más humanos. Las mujeres empresarias están con el mandil, manejando autos, bodegas y las de sastre. Eso es importante, comenzar a dar espacio a imágenes reales, con sus vestimentas y costumbres reales.

En Piura se mantienen las brechas salariales y en otras zonas del norte se han incrementado. Hay una ola a favor para que la mujer se empodere en el mundo laboral, pero parece que aún es difícil lograrlo. ¿Por qué en el norte no se acortan esas brechas?

Algo que me preocupa mucho es el alto nivel de subempleo. Hay un alto grado de informalidad. Mucho de este 78% de mujeres que trabajan, un porcentaje de ellas no están en un sistema de trabajo formal. Sabemos que hay un nivel de avance y se mantiene, pero no crece porque aún no hemos logrado insertar a muchas mujeres en el sistema formal quienes, por el deseo de sacar adelante a su familia, aceptan trabajos sin beneficios sociales. Los niveles de pobreza ha aumentado y sigue existiendo el subempleo. Las mujeres pueden llevar un pan a la casa, pero no lleva las condiciones para que su familia y sus niños crezcan correctamente. Nosotros buscamos que muchas mujeres emprendedoras puedan generar desarrollos sostenibles. Es muy importante abordar acciones desarrollo económico. No hemos avanzado, hemos retrocedido.

Analizando proyecciones y mirando el retroceso, ¿se podría retroceder más? ¿Qué se puede esperar en este año electoral?

El informe de la Igualdad de Género presentado el 2015 ante el Foro Económico Mundial, dijo que hasta el 2133 habremos logrado las igualdades entre hombres y mujeres, en 100 años, dos generaciones más. La coyuntura política es de elecciones, tenemos un pacto político que firman todos los candidatos, lamentablemente es un gran esfuerzo pero si no hay conciencia ciudadana de vigilancia a las nuevas autoridades, terminará solo sirviendo para la foto. El Pacto por la Gobernabilidad anterior tuvo medio párrafo sobre la igualdad de género y media línea sobre el empoderamiento económico de la mujer. Este año, a través de Care y la Red, se hizo incidencia para que se ampliarán esos párrafos.

¿Qué significa empoderar a una mujer económicamente?

Desarrollar las capacidades en las mujeres, la línea de producción, la marca, el mercado, sus productos y comercialización. Es cerrar la línea de la producción desde el desarrollo de las capacidades de las mujeres, hay que trabajar autoestima, nivel de violencia familiar y otros indicadores. Hay que saber también cuántas mujeres siguen siendo manipuladas por grupos políticos de la región, o están de segundas o por simple formalidad. El día que una lista la encabece una mujer y un hombre de segundo, creeré que habrá cambio. No tenemos ninguna, deberíamos generar competencias más equitativas y las mujeres debemos capacitarnos, mantenernos en una línea de trabajo y ser éticos. Las mujeres no debemos trabajar aislados, con mujeres y varones.

En esta realidad, ¿cómo la Red de Mujeres integra, en su plan de trabajo, el tema de la mujer en la economía?

Nosotros buscamos generar espacios en la agenda pública, por eso participamos y somos parte del Consejo Regional de Genero. La Red se articula con otras organizaciones de mujeres y que trabajan emprendimientos para trasvezalizar políticas igualitarias, la ley de no discriminación remunerativa, de enfoque de nuevas oportunidades, de participación ciudadana. Por eso, en la coyuntura electoral trabajamos con el JNE. En los foros electorales informamos sobre esta legislación a los jóvenes y mujeres. Siempre vamos a estar hincando a las autoridades para que cumplan con la legislación.

En el corto plazo, en los próximos 5 años, ¿qué cambios deben generarse con respecto al aporte de la mujer en la economía?

En cinco años es muy corto, pero sería interesante saber cuántos emprendimientos de mujeres y jóvenes entran en la formalidad. Son muchos procesos para la formalización, pero el reto está en cómo los hacemos más cortos. Veremos cuántas autoridades pueden generar incubadoras de negocios para ayudar a estos emprendimientos.